Un día de esos, en los q mi autoestima bajo al subsuelo, entró al sótano, y junto a todas esas cosas q ya no uso, encontró una caja muy abandonada, con una etiqueta despegada en los bordes, "Por siempre solo" se llegaba a leer entre las borrosas letras, dentro de ella, encontró culpas desparramadas, entre odios y rencores arrugados, metió la mano mas a fondo y encontró un espejo, se miro, se dio cuenta de q era un niño muy feo. Con razón siempre estoy solo, se dijo a si mismo. Con una lágrima q caía por su mejilla, sintió verguenza de si mismo, miro a su alrededor, con el temor de q alguien lo estuviera viendo, pero como siempre, no había de q preocuparse, estaba solo. Ya no aguantaba la tortura, subió las escaleras, llamó el ascensor, y subió al presente. Burlas de mis amigos aun sonaban en mis oídos, la lágrima había llegado a mi barba, en mis manos aun estaba el espejo, me enfrente a el, aun veía a ese niño feo en aquel sótano, no me agradaba la depresión q tenia impregnada en la escencia, salí a caminar, busqué ideas, busqué consejo, busqué un hombro para apoyar esa tonelada de tristeza q recorría mi cuerpo, nada es lo q encontré, nadie con quien hablar, nadie q me entienda, encontré etiquetas q de sus bocas disparaban a mi pecho, LOCO! ENFERMO! DROGADICTO!...etc....
Tantas cualidades, tantos detalles, me hacían una persona q no era. Con ganas desbordantes de mandar a todos a la mierda, mis ojos quebraron en llanto, la avenida se veía inmensa, los autos veloces.... cerré los ojos buscando alivio, busqué en mi espíritu algo de fe, alguna esperanza q haya quedado, mis 11 años de pronto fueron 24...
Porq a mi?? pregunté mirando al cielo, pero nadie contestó. Con los pies cansados y el rostro empapado, decidí volver, sabiendo q me esperaban esas risas tan soberbias, esa incomprensión tan asfixiante....
Solo tenia 11 años, quizás no era momento de sentir todo eso, pero no, momento, ya no tengo once años, estoy acá, en el presente, empezando a ser un adulto para los demás, aunque esta tristeza q vive en mi, aun hoy tiene once años, seguro soy un inmaduro, con mucha inocencia o estupidez. Deja de llamar la atención me dijeron, no es q quiera hacerlo contesté, pero si inconscientemente te llamé la atención, seguro es porque algo de mi quiere q lo veas. Pero ya es tarde para esperar a alguien q te de una respuesta, ya no creo encontrar a alguien q no prejuzgue, q comprenda, y q sea de carne y hueso, y no un servicio de diván con los minutos contados, ya fue estas solo, recordando tus once años, o viviendo tus 24, sos medio loco, masoquista, drogadicto y todos esos nombres q el mundo se encargó de darte, hoy es un día de esos en los q no te queda otra q esperar, respirar hondo y decir, mañana será otro día....
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